ARTES CREATIVOS

Adorando a Dios con expresividad

 

miércoles, enero 18, 2006

EL FUEGO DE LAS RESPUESTAS DEMORADAS

por Bob Sorge. Tomado de su libro con el mismo título. Tr. P.Reina

A veces DIOS demora las respuestas a nuestras oraciones para producir en nosotros una madurez mayor y producir fruto en nuestras vidas.

En este tiempo muchos creyentes están enfrentándose a grandes desafíos porque aparentemente sus oraciones no son contestadas y no entienden los propósitos de DIOS en este tiempo de demora o tardanza. Ellos miran las circunstancias que siguen igual y deciden que DIOS debe estar respondiendo “no” a sus oraciones y como consecuencia hacen unas decisiones equivocadas.

Si hemos de madurar para ser más fructíferos y útiles en el Reino de DIOS entonces debemos llegar a un entendimiento de cómo DIOS usa la tardanza para pulir a Sus elegidos.

El proceso de refinamiento (librar de impurezas) nunca es agradable. El fuego de DIOS siempre es caliente. Cantamos que el fuego de DIOS descienda, que nos queme y es algo muy lindo cantar pero es una cosa seria. Si estás dispuesto a abrazar el fuego de DIOS en tu vida entonces prepárate para el dolor.
Cristo nos llama a la cruz porque nunca seremos como El sin pasar por el dolor.

La Biblia enseña que DIOS contestará las oraciones que están de acuerdo a Su voluntad. Pero a veces El demora la respuesta por un propósito bien específico.

EN EL FUEGO DEL REFINADOR

“Porque el Señor tu DIOS es fuego consumidor, un DIOS celoso.” Dt.4:24

DIOS es Fuego

DIOS es extremadamente intenso. La intensidad de su persona se describe en Hebreos 12:29, “Nuestro DIOS es fuego consumidor.” Nada pecaminoso puede sobrevivir el fuego de la presencia de DIOS.

- Fuego procede de Su boca cuando habla – Is.30:27.
- La misma palabra que procede de Su boca es en si misma una llama viviente que arde hasta que cumple completamente el propósito por la cual DIOS la envió – Jer.23:29.
- Salmo 29:7 dice que la voz de DIOS derrama llamas de fuego.

DIOS es fuego Santo, y El quema toda impureza en nuestras vidas para que podamos presentarnos delante de Su presencia completamente purificados.

Hay varios versículos que describen a DIOS como refinador de nuestro corazón, así como el herrero refina el oro o la plata en el horno. Veamos algunos:

· Porque tú nos probaste, oh DIOS; nos ensayaste (afinaste, purificaste) como se afina la plata. Salmo 66:10

· He aquí te he purificado (afinado), y no como a plata; te he escogido en horno de aflicción. Isaías 48:10

· Y meteré en el fuego a la tercera parte, y los fundiré (afinar) como se funde la plata, y los probaré como se prueba el oro. El invocará mi nombre, y yo le oiré, y diré: Pueblo mío; y él dirá: Jehová es mi DIOS. Zacarías 14:9

· ¿Y quién podrá soportar el tiempo de su venida? ¿o quién podrá estar en pie cuando él se manifieste? Porque él es como fuego purificador (afinador), y como jabón de lavadores,
Y se sentará para afinar y limpiar (purificar) la plata; porque limpiará a los hijos de Leví, los afinará como a oro y como a plata, y traerán a Jehová ofrenda en justicia (pureza). Malaquías 3:2,3.


DIOS es un afinador

La imagen presentada en Jeremías 23:29 es la de DIOS levantándonos en Sus pinzas, metiéndonos en Su horno de fuego, esperando hasta que estamos a rojo vivo, sacándonos, poniéndonos sobre Su yunque, y luego martillándonos para darnos forma.
Tal metáfora tan vívida lleva implicancias gráficas para nosotros que incluyen el dolor, falta de control, una presión intensa y cambio violento.

¡Bienvenido, querido hijo de Leví, al fuego purificador de DIOS!

DIOS había llamado a Jeremías para servirle como alguien que evaluara a Su pueblo.
Jer.6:27 dice “Por fortaleza te he puesto en mi pueblo (1:18 lo describe como “ciudad fortificada”), por torre; conocerás pues, y examinarás el camino de ellos.”

La Biblia de Jerusalén lo traduce así: “A ti te puse en mi pueblo como inquisidor sagaz para que examinaras y probaras su conducta.”
Jeremías llegó a ser un símbolo de Jesucristo quien es el verdadero Inquisidor o Examinador de los corazones de los hombres.

Un inquisidor es alguien que analiza, examina, prueba los metales y minerales y mira sus componentes, juzgando su valor basado en la pureza de su composición.
Jesús tiene ojos de fuego (Ap.1:4) que atraviesan cada rincón de nuestro ser, discerniendo la verdadera condición de nuestro corazón.

Jesús es tanto un Afinador como un Inquisidor. Lo vemos obrando como Inquisidor cuando se confrontó con los Fariseos. El evaluaba y juzgaba sus corazones y luego trataba con ellos con justicia.
Jesús hace lo mismo hoy día con nosotros.
El examina nuestro corazón, evalúa nuestra verdadera condición espiritual, y luego nos trae Su fuego para efectuar una mayor purificación y utilidad.


El fuego purificador de Dios

El fuego de DIOS reside entre Su pueblo: “...Jehová, cuyo fuego está en Sión, y su horno en Jerusalén.” (Is.31:9)

DIOS es intensamente apasionado por Sión (Su Iglesia) así que ha elegido que Su residencia fogosa sea en medio de Sus elegidos. Que quiere decir que si vives en Sión, no te escaparás de nada. El fuego de DIOS arderá en tu vida.

Este fuego logrará tres gloriosas cosas entre el pueblo de DIOS:

1) obliga al hipócrita a tomar una decisión (Is.33:14)
2) a la persona sincera la purifica de su pecado (Is.6:6,7)
3) y hace arder el corazón con nueva pasión por el Hijo de DIOS (Hch.2:3,4)

El Señor nunca quitará este fuego de Sión. Nosotros vivimos en un horno de fuego Santo.

Cuando los hipócritas y los tibios pueden morar en nuestro medio sin sentirse condenados o incómodos, entonces algo anda mal. La intención de DIOS es que Su fuego envuelva la iglesia local de tal manera que los hipócritas no puedan permanecer y que los creyentes devotos no puedan permanecer sin ser cambiados.

Cuando empezamos a sentir el fuego en nuestra vida, al principio sentimos como que el Señor nos ha abandonado. Pero conforme perseveramos en fidelidad, empezaremos a ver cuan cerca de nosotros Jesús ha estado todo el tiempo.

Muchos de nosotros hemos clamado con mucha sinceridad: “¡Oh Señor, por favor ven a mí!” Al Señor le encanta contestar esa pregunta...pero El sabe que muchas vemos no nos damos cuenta lo que estamos pidiendo.

Salmo 97:3 dice: “Delante de él avanza fuego.” Cuando Jesús nos visita, Su rostro es siempre precedido por Su fuego.

El sabe que no estaremos preparados para ver Su rostro hasta que no seamos purificados por Su fuego.

Así que si estás sintiendo el fuego de DIOS en tu vida, ¡alégrate! Eso quiere decir que DIOS está viniendo a ti. Este es el fuego que va delante de El. El te está acercando a El y Su gloria está empezando a consumirte.

El fuego es la confianza o seguridad de que estás siendo atraído a una relación de mayor intimidad con El y mayor conocimiento de Su Persona.

Comprando oro

Hay dos maneras en que recibimos de parte de DIOS.

Algunas cosas se nos son dadas y algunas cosas son compradas.

Gracias a DIOS por aquellas cosas que El nos da directamente...como la vida eterna. Nos da Su Espíritu Santo; nos da paz y gozo etc. Tantas cosas en el Reino de DIOS son regalos, libremente y generosamente entregados del corazón benévolo de DIOS a Sus hijos.

Pero hay otras cosas en el Reino, sin embargo, que no son dadas y deben ser compradas. Jesús habla de esto en Ap.3:18 cuando dice: “Yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en el fuego, para que seas rico.”

¿Qué es este oro que es refinado en el fuego? Son dos cosas.

1) Este oro es una fe purificada. Dice I Pedro 1:7 que nuestra fe tiene más valor que el oro y cuando es probada es hallada para alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo.
Cuando sobrevivimos el fuego, salimos del otro lado con nuestra fe mucho
Más fortalecida.


2) Este oro es un carácter refinado. Un carácter, probado. Job 23:10 dice: “ El
conoce mi camino; me probará, y saldré como oro.”
En otras palabras, este oro es el ser como Cristo (el transformarnos a
Su imagen) Cuando las pruebas fogosas han obrado en nosotros un
carácter más semejante a Cristo, entonces en realidad, hemos ganado
grandes riquezas.

Deben darse cuenta que este oro es comprado. No es ganado y no lo podemos merecer pero sí pagamos un precio para obtenerlo.

¿Cuál es el precio que pagamos para comprar un tesoro espiritual de tanto valor? Se compra a costo de gran dolor personal.

Este oro es comprado en el fuego y se consigue sólo si perseveramos y soportamos las pruebas fogosas que DIOS nos envía.

El propósito de DIOS en permitir que pasemos por dificultades, por pruebas, por calamidades, por aflicciones, por enfermedades, por persecuciones es para que podamos aprovechar la oportunidad y comprar oro. Cuando la crisis explota, DIOS quiere que fijemos nuestra mirada en El – nuestra mirada fija, sin desviar. El quiere que lo encontremos a El en medio de la adversidad y descubramos el camino del Espíritu Santo hacia la renovada victoria.
La iniciativa es de DIOS

Ahora , no podemos comprar este oro en cualquier momento que se nos ocurra. No nos levantamos una mañana y decidimos: “Oh, estoy listo para comprar oro hoy, Sí, eso es lo que haré. Hoy voy a hacerme más como Cristo.” Aunque te esfuerces mucho, no lograrás nada.

DIOS es Aquel quien nos debe dar la oportunidad de que nuestra fe sea probada. La iniciativa viene de El. La verdad es que ni le decimos cuando estamos listo para comprar oro. Solo El sabe cuando estamos listos. A veces nos pensamos más fuertes de lo que somos. DIOS sabe cuánto podemos soportar, y El permitirá que te golpée “la crisis perfecta” en el tiempo perfecto para que El pueda hacer la obra perfecta en ti.

Así que nosotros nunca hacemos nada para iniciar la compra de este oro. Lo único que podemos hacer es responder correctamente cuando DIOS nos da esta oportunidad.
Ap. 3:19 dice: “Yo reprendo y corrijo a todos los que amo.” No debemos tener temor de las calamidades. Si llegan, éstas han sido preparadas justo para cada uno de nosotros (como un traje hecho a medida) por nuestro amoroso Padre celestial. Podemos tomarla con expectación sabiendo que nuestra perseverancia producirá verdaderas riquezas.

Cuando llega el tiempo de prueba y el fuego empieza a arder en tu vida te toca hacer una elección: Puedes rendirte (“Oh, esto es demasiado par mí...no lo puedo soportar – olvídalo”). O puedes seguir en busca del oro (“Voy a aguantar...me las voy a bancar...voy a esperar en el Señor ahora más que nunca.”)


El valor de comprar

Es natural que valoremos y apreciemos algo mucho más si hemos tenido que trabajar mucho para comprarlo.

De la misma manera, cuando compras oro en el fuego del dolor y aflicción, lo llegas a valorar muchísimo más. Lograr la plenitud en tu carácter te vino a gran precio. No lo venderías, ni lo derrocharías, no lo perderías, no lo descuidarías, no lo olvidarías, no lo cambiarías y no lo regalarías. Cuando compras oro en el fuego, ¡es tuyo! Y nadie te puede dar algo semejante.

Cuando DIOS empieza a subir la temperatura en nuestras vidas, algunas veces nos encontramos diciendo: “Pero DIOS, ¿por qué tiene que ser tan alta la temperatura?” El Señor tiene una respuesta tierna que El quiere susurrar a tu corazón: “El precio de lo que pediste es muy alto.” Sí, el fuego llega ser muy caliente, pero el producto final, nuestra semejanza a Cristo lo vale!




¿La enfermedad viene de DIOS?

A veces el Señor permite que nos toque los fuegos de enfermedad para que podamos comprar el oro que ha sido purificado en el fuego.

Tal vez alguien argumente que la enfermedad no puede venir de DIOS porque El nos ha dado promesas específicas de librarnos de toda aflicción.
Salmo 34:19 dice: “Muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas le librará Jehová.”

Sí, DIOS nos libra de toda aflicción pero a veces El demora Su provisión para ponernos a prueba por fuego.

La demora en si misma es un fuego ordenado por DIOS para producir una obra profunda en nuestro corazón. DIOS ya tiene el diseño para nuestra liberación pero también tiene un propósito en la demora que arde.

Sin duda, las respuestas demoradas son un fuego. Cuando estás en crisis y tienes Su promesa de liberación, pero no ves ningún cambio en vista, ¡el fuego se pone muy caliente en verdad!

Su propósito en esta demora es fortalecer nuestra fe, inspirar nuestro amor a nuevas profundidades de pasión y madurez, e impartirnos el corazón de Jesús y el carácter de Jesús – todo para hacer de nosotros instrumentos más útiles.

Debemos entender que los caminos de DIOS son más altos que los nuestros. Es en Su misericordia que El permite que otros fuegos aumenten la temperatura en nuestra vida, no sólo la aflicción física de enfermedad sino también la necesidad financiera y el sufrimiento dentro de la familia. Si no experimentáramos este fuego, muchas veces nuestro amor se enfriaría.

Tal vez piensas que esas cosas no provienen de DIOS porque nos ha dado promesas específicas de librarnos de aquellas cosas. Sí, nos libera pero El usa el período de demora, de tardanza, de retraso (mientras esperamos la liberación) como fuego purificador en nuestras vidas.

Nuestra tibieza hace que nuestra fe esté en una situación tan débil que cuando surgen estos fuegos no tenemos la fe para apagarlos.

La intención de DIOS es que cuando estos fuegos arden contra nosotros, éstos desafíen y ensanchen nuestra fe. DIOS ya tiene prevista nuestra liberación pero en el proceso, el fuego de estas dificultades habrá sido usado por DIOS para renovar y restaurar nuestra fe e incitar nuestro amor a mayor fervor y madurez.

La verdad es que esta aflicción ardiente que te enfrenta es en realidad la misericordia de DIOS derramada en ti. ¡Anímate! El fuego es tu aliado, tu amigo. Podemos aceptar el fuego de Cristo con gratitud.


El fuego de los tiempos finales

DIOS describe en Daniel 12:10 una característica de los tiempos finales:
“Muchos serán limpios, y emblanquecidos y purificados, los impíos procederán impíamente y ninguno de los impíos entenderá, pero los entendidos comprenderán.”

DIOS le estaba diciendo a Daniel que los tiempos finales serían conocidos como un tiempo cuando DIOS estaría purificando y afinando Sus santos.

Los malos no entenderán este fuego así que huirán de él (y al final serán destruídos por él) Pero los justos comprenderán de qué se trata este fuego. Lo aceptarán y descrubrirán que en vez de ser destructivo más bien es constructivo y positivo en sus vidas.

La iglesia de los tiempos finales será llena de gente cuyo amor se ha entibiado. (Ap.3:16) Pero al mismo tiempo, habrá aquellos que comprarán oro refinado en el fuego. (Ap.3:18) y su amor por Cristo llegará a ser como una antorcha encendida. DIOS va a elevar la temperatura sobre Su iglesia de los tiempos finales porque de lo contrario, Sus santos sucumbirán a la apatía, la avaricia, la tibieza, el materialismo y al espíritu de satisfacción que trae la industria del entretenimiento.

Prepárate para el fuego...que estés listo, amado santo. DIOS va a enviar o permitirá que la aflicción llegue a Sus hijos y El va a demorar las respuestas a nuestro clamor por alivio para que pueda perfeccionarnos a la imagen de Cristo. A Su tiempo nos contestará nuestras oraciones pero mientras tanto, nuestro amor habrá sido purificado y fortalecido y habremos llegado a conocer mucho mejor las tácticas del enemigo en su afán por alejarnos de la Verdad.

Cuando nuestra pasión por DIOS llega a ser el fuego principal en nuestra vida, esto trae como consecuencia el hacer un impacto en la vida de los demás como un flujo inevitable de esa relación dinámica con DIOS.

Llegamos a ser la luz del mundo cuando nuestra pasión por Jesús arde como una llama delante de los demás. A medida que Su santidad y Su amor arden en nuestros corazones, no podremos esconder el testimonio que brillar a través de nuestra vida.


Preparándonos para Su regreso

Malaquías 3:1-3 también nos habla del fuego de los tiempos finales.

“He aquí, yo envío Mi mensajero, el cual preparará el camino delante de Mí; y vendrá súbitamente a Su templo el Señor a quien vosotros buscáis, y aún el Mensajero del pacto, en quien se deleitan vosotros. He aquí, El viene, ha dicho Jehová de los ejércitos.
¿Y quién podrá soportar el tiempo de Su venida? ¿O quién podrá estar de pie cuando El se manifieste? Porque El es como fuego purificador, y como jabón de lavadores.
Y se sentará para afinar y limpiar la plata; porque limpiará a los hijos de Leví, los afinará como a oro y como a plata, y traerán a Jehová ofrenda en justicia, pureza.

Aún como el Señor preparó el camino para Su primera venida con el ministerio fogoso de Juan el Bautista, así también el Señor está preparando el camino para Su segunda venida al enviar el fuego del purificador.
Hay un fuego que va delante de El y nos está preparando para Su venida tan ansiada.

“Purificará los hijos de Leví y los afinará como a oro y plata.” Esta es una referencia a todo creyente pues todos somos llamados a ofrecer sacrificios espirituales ante DIOS (Ro.12:1) Pero creo que se aplica en particular a los que aceptan el liderazgo dentro del Cuerpo de Cristo. DIOS va a elevar la temperatura sobre los pastores, los líderes, los que quieren hacer una diferencia en el mundo en estos tiempos finales.

El resultado, sin embargo será maravilloso, pues después de estar en el fuego de DIOS se levantará una compañía de líderes que ofrecerán al Señor “una ofrenda en justicia, “ una ofrenda pura, sin mancha. En vez de amar sus obras, amarán más al Señor. En vez de obtener satisfacción en sus ministerios, encontrarán satisfacción al ofrecerse ellos mismos, en pureza a DIOS en adoración.

Estos siervos serán los utensilios de oro de II Timoteo 2:21,22 “un utensilio para honra, santificado y útil al Maestro y preparado para toda buena obra.”




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