ARTES CREATIVOS

Adorando a Dios con expresividad

 

lunes, enero 26, 2015

EL CÍRCULO DE GLORIA

Tomado del libro La Sangre Y La Gloria (The Blood And The Glory) por Billye Brim. 1995.

Se ha usado la Biblia versión Reina Valera a menos que se especifique.

LBLA – La Biblia de las Américas



El Mundo Que Antes Fue


Génesis 1:1
 En el principio creó Dios los cielos y la tierra. (LBLA)

Sólo Dios podría resumir tanto en tan pocas palabras. Pero esta afirmación no incluye el versículo dos.

2 Y la tierra estaba sin orden y vacía, y las tinieblas cubrían la superficie del abismo...

Dios no creó la tierra “sin orden y vacía”. Ese estado de las cosas llegó después.

La obra de Dios es perfecta (Deuteronomio 32:4)

La obra de Dios es gloriosa (Salmo 111:3)

Dios no creó la tierra sin forma, en confusión, vacía, en estado caótico.
Sin orden y vacía” se traduce en hebreo con la expresión tobu va'bohu.

Isaías 45:18
Porque así dijo Jehová, que creó los cielos; él es Dios, el que formó la tierra, el que la hizo y la compuso; no la creó en vano, para que fuese habitada la creó: Yo soy Jehová, y no hay otro.

Este versículo nos aclara que Dios creó la tierra en un estado de gloriosa perfección.

El planeta tierra llegó a estar en una ruina caótica como se describe en el segundo versículo de la Biblia.

Estaba” de Génesis 1:2 se traduce en hebreo con el significado de llegar a estar, se hizo, suceder, caer, acontecer.

La Reina Valera traduce esta palabra como “Y fue así” en Génesis 1:7, 9, 11, 15, 24 y 30. En Génesis 12:14 lo traduce como “Y aconteció...”

Así podemos traducir los primeros dos versículos de la Biblia:

  1.  En el principio creó Dios los cielos y la tierra. 
  2. Y la tierra llegó a estar sin orden y vacía (tobu v'bohu) y las tinieblas cubrían la superficie del abismo.

Dios no creó la tierra en estado caótico (Isaías 45:18) sino que después llegó a estar en ese estado (Génesis 1:2; II Pedro 3:5,6)

Algo catastrófico sucedió entre el versículo uno y el versículo dos de Génesis. Tal vez es un lapso de tiempo de millones o billones de años.

Creo que la catástrofe se refiere a la caída de Lucifer.

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Creo que la rebelión de Lucifer le enfadó tanto a Dios que Él quitó Su presencia de los alrededores de la tierra y así llegó a transformarse en un vacío caótico, cubierto de aguas oscuras.


El Círculo De Gloria

Durante el tiempo que transcurre entre los primeros dos versículos de la Biblia, la tierra yacía bajo aguas oscuras en absoluto contraste a la gloriosa perfección del resto de la creación.

¿Que habrán pensado los ángeles sobre el único lugar oscuro dentro de un orden perfecto en todas las cosas hechas por Dios?

¿Simplemente lo ignoraron?

¿Hablaron sobre él?

Menciono los ángeles porque el Espíritu Santo me hizo fijarme en ellos cuando me enseñó sobre la gloria. Me mostró que ellos estaban mirando cuando las cosas comenzaron a cambiar.

Génesis 1:2
…  y el Espíritu de Dios se movía sobre la superficie de las aguas. 

¿Los ángeles difundieron la noticia?

¿Dijeron: “¡Algo está pasando allí! El Espíritu Santo está moviéndose sobre el lugar oscuro?

Ellos escucharon las primeras palabras de Dios y contemplaron su realización gloriosa.

Génesis 1:3
 Entonces dijo Dios: Sea la luz. Y hubo luz.

Dios no estaba dando la orden que sea el sol y la luna. Estos no se crearon hasta el cuarto día. Dios estaba hablando de la Luz de Sí Mismo.

En esencia esto significaba: Dios está devolviendo a la tierra la Luz y la Vida. Él había quitado Su Presencia, pero ahora hará una obra allí nuevamente.

En la semana de trabajo de Dios, Él estableció un nuevo orden de cosas. Separó las aguas. Dio la orden que la tierra produjera la semilla que ya estaba en ella; Él no creó nuevas plantas. (Gn.1:11,12) Colocó el sol, la luna y las estellas. Creó nueva vida animal (1:20 y 21).

Su trabajo hizo progreso en divisiones que llamó: El primer día...El segundo día...El tercer día...El cuarto día...Ql quinto día...

¡Y luego el sexto día! ¡El día más asombroso de todos!

Escuché Su Voz dentro de mi espíritu cuando me habló sobre el sexto día.

No hice esto en un rincón a escondidas. Todos estaban contemplando cuando di el paso al centro del escenario e hice la declaración que conmovió toda la creación al reverberar de las regiones de gloria a las regiones de los malditos.

Las palabras de Génesis 1:26 tomaron un tono nuevo. Mi corazón lo pudo escuchar en palabras deliberadas en voz alta como si fueron clamados sobre las anchas expansiones de la creación.

Hagamos al hombre a nuestra imagen,
conforme a nuestra semejanza;
y ejerza dominio
sobre los peces del mar,
sobre las aves del cielo,
sobre los ganados,
sobre toda la tierra,
y sobre todo reptil que se arrastra sobre la tierra.

¿Qué es un hombre?” “¿Qué es un hombre?” “¿Qué es un hombre?”

Los ángeles habrán hecho esta pregunta en respuesta a las noticias asombrosas.

Un ángel incluso se atrevió a preguntar al Creador. El Salmo 8 documenta sus preguntas. Y sabemos que son las palabras de un ángel porque así lo dice el Nuevo Testamento en Hebreos 2:5-7.

Algunos comentadores dicen que fue Satanás. Yo no lo creo. Yo creo que este ángel era como Pedro, atrevido a preguntar lo que los demás sólo especulaban. O tal vez el ángel fue llevado a preguntar a fin de darnos a nosotros ese conocimiento. Sea como fuere, Dios escogió documentar la pregunta angelical en Su Santa Palabra.

Salmo 8:3-6
3 Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos,
la luna y las estrellas que tú has establecido,
digo: ¿Qué es el hombre para que de él te acuerdes,
y el hijo del hombre para que lo cuides?
5  ¡Sin embargo, lo has hecho un poco menor que los ángeles,
y lo coronaste de gloria y honra!
Tú le haces señorear sobre las obras de tus manos;
todo lo has puesto bajo sus pies:

Examinemos esto en lenguaje más actual.

Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú has establecido...
Este ángel acaba de ver las maravillas de la obra de Dios en la creación. Así que comienza halagando al Creador. Luego, hace la gran pregunta.

¿Qué es el hombre para que de él te acuerdes?
¿Qué es un hombre? ¿Qué es este ser, O Creador, que tiene un lugar en Tu mente?

¿Y el hijo del hombre para que lo cuides?
Los ángeles deben ir en buscar de Dios. Aquí hay un ser a quien Dios mismo se digna visitar en el jardín.

Lo has hecho un poco menor que los ángeles (Elohim)...
La palabra hebrea no es ángeles sino Elohim. Elohim es la palabra plural por Dios. Manifiesta a Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo.
Por toda la eternidad hasta ese momento los ángeles conocían este orden: La Divina Trinidad, arcángeles y ángeles. Ahora hay un nuevo orden en la creación. El hombre se posiciona justo debajo de la Trinidad.

Lo coronaste...
Al ángel queda asombrado - esto es una sorprendente maravilla. ¡Dios ha coronado al hombre! No le pidió a Gabriel o Miguel que lo hagan. En medio de majestad y pompa, superando a cualquier coronación de cualquier monarca terrenal, Dios mismo se levantó y coronó Su hombre.

¿Quién lleva una corona?

Los reyes. Con esta coronación, Dios estableció para siempre el lugar del hombre dentro del corazón de Dios y dentro de los planes de Dios.

¿De qué estaba hecha la corona? ¿De diamantes? ¿De oro?

No, Dios usa el oro para pavimentar las calles. La corona fue hecha de la sustancia más valiosa de toda la creación.

¡Lo coronaste de gloria y honra!
¡La corona fue hecha de gloria! ¡La gloria de Dios! La gloria, que para algunos puede parecer algo abstracto, es una suma realidad en el cielo. Porque la gloria de Dios es la Presencia de Dios manifestada. La gloria de Dios es Dios Mismo.

La gloria de Dios se estableció sobre el hombre como una corona y lo vistió como una cobertura. Le quedó (calzó) bien por esa comunión que disfrutaba con su Creador.

La Caída del Hombre

La Palabra de Dios había salido: El hombre tendría dominio sobre las obras de la mano de Dios.

Satanás lo desafió. Si él pudiera impedir que la Palabra de Dios se lleve a cabo, él podría vencer a Dios.

Sus maniobras fueron sencillas. Tentó la voluntad del hombre. El hombre cedió y se puso en oposición a la voluntad de Dios.

Unas de las palabras más tristes, sino las más tristes de la Biblia son:
Génesis 3:8-10.

Génesis 3:8-10

8 Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto.
9 Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú?
10 Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí.


Un domingo temprano estaba meditando sobre estas cosas en preparación para mi clase. Había puesto la carne al horno. Y me estaba arreglando el pelo, frente al espejo en el baño antes de despertar la familia.
De atrás mío, en lo alto y hacia la derecha, escuché una Voz. Probablemente no fue audible – pero para mí era casi audible. Cuando escuché la pregunta, supe que era el Señor.
¿Conoces Romanos 3:23?
Mi primer pensamiento fue, menos mal, ésta la sé. Crecí en una iglesia Bautista. Los Bautistas conducen a las personas a la salvación por el camino de Romanos y 3:23 es el primer paso.
Así que me giré hacia la Voz y empecé a citar rápidamente el versículo : “Por cuanto todos han pecado y están destituidos de....” ¡Ah! ¡Ya lo vi! Y las últimas cuatro palabras salieron débilmente de mi boca, casi un susurro. “...de la gloria de Dios...”
La Voz aclaró la revelación que acababa de entrever.
Eso es lo que pasó en la caída. Coroné al hombre con gloria. El hombre pecó y fue destituido de la gloria.
Pensé que me desmayaría por la revelación de la caída de unas alturas tan glorias a unas profundidades tan atroces.
Entonces la Voz literalmente me revivió con palabras basadas en Hebreos 2:10:
Pero el Capitán de vuestra salvación está trayendo a muchos hijos a la Gloria.
Lo vi por primera vez. ¡El círculo de gloria!
El hombre fue coronado con gloria. Fue destituido de la gloria. A través de Jesucristo él puede volver a la gloria.
Entonces, en un segundo de revelación en mi espíritu pude ver el dilema de la caída.

A la derecha, alto y sublime, estaba el lugar del trono de Dios.
A la izquierda, bajo y muy bajo, estaba Satanás con el hombre encogido a su lado.
Entre los dos lugares había un gran abismo.
Escuché estas palabras.

Siempre ves la caída desde el punto de vista del hombre. Quiero que lo veas desde Mi punto de vista.

Dentro de mi espíritu se elevó una respuesta automática: “Me encantaría, si te place mostrármelo.”

La reacción de un hombre natural hacia un hijo caído es de cogerlo y apretarlo a su pecho. Si hubiera abrazado a Adán a mi pecho, lo hubiera consumido. Mi gloria lo hubiera consumido. Y en él, a toda la humanidad. Satanás hubiera impedido que se realizaran Mis palabras. Porque había dicho que el hombre tendría dominio sobre las obras de Mis manos.

Entonces pensé en mi primogénito, Terry. Sentí deseos de abrazarlo fuertemente.

¿Cómo te sentirías si no pudieras abrazar a tu hijo? Porque si lo abrazaras lo consumirías

Soy una madre que le gusta abrazar a sus hijos y el Espíritu Santo me enseñó con una parábola que entendería. No podía imaginar la imposibilidad de abrazar a mi hijo y es más que probable que me olvidaría que no se podía hacer y mi hijo sería destruido. Sentí un poco la posición de Dios en la caída del hombre.

Y en una manera nueva entendí cómo el pecado no puede permanecer en la Presencia de Dios. Está escrito “Nuestro Dios es fuego consumidor” (Hebreos 12:29) ¿Qué es lo que Él consume? El pecado.

Entendí las precauciones dadas en el Antiguo Testamento.

La gloria de Dios permanecía tras un velo grueso en el Lugar Santísimo. Sólo el Sumo Sacerdote podía entrar allí una vez al año en el Dia de Expiación. Y debía tomar grandes precauciones.

No es que Dios no deseaba que la humanidad estuviera en Su Presencia. Sino que el hombre no podría resistir la gloria de Dios.

Pensé en David cuando trajo el Arca de la Presencia sobre un carrete en lugar de la manera que Dios había instruido por su propia seguridad. Cuando los bueyes tropezaron, Uza extendió su mano para sujetarlo y murió. No era que Dios estaba esperando castigarlo. La gloria de Dios surgió para juzgar al pecado cuando los dos se pusieron en contacto. (II Samuel 6; I Crónicas 13)
Nuevamente vi la escena con Satanás sujetando al hombre encogido y riéndose de Dios a través del abismo. Pensó que había ganado. Pensó que había tenido éxito en separa a Dios de Su hombre para siempre. Satanás sabía que Adán, quien antes se deleitaba en la Presencia de Dios, ahora sería consumido por ella.

Se burlaba repetidamente de Dios con palabras llenas de desdén: “¿Qué-vas-a-hacer-ahora? ¿Qué-vas-a-hacer-ahora? ¿Qué-vas-a-hacer-ahora?”

Se me hizo saber que Dios no le contestó.

Pero también supe que Dios tenía un plan. Un plan que empezó en el cielo antes de la fundación de la tierra. No hacía falta que Dios hiciera nada. Él ya había hecho algo.

El Misterio de la Iglesia

En el Nuevo Testamento los planes de Dios se llaman “misterios.”

En el griego es la palabra musterion que significa un secreto sagrado...algo escondido que puede ser revelado.

Algunos de los misterios mencionados en el Nuevo Testamento son: el misterio de Israel (Romanos 11:25, 26; el misterio de la iniquidad (II Tesalonicenses 2:7); y el misterio de la iglesia (varias referencias).

Dios escondió Su plan para la iglesia a través del Antiguo Testamento. Los profetas dieron profecías mientras se preguntaban a si mismos de qué y de quién hacían referencia. Aún los escritores de los Evangelios no entendieron el significado del misterio. No fue hasta que un hombre llamado Pablo surgió que Dios reveló lo que había encubierto, el misterio de la iglesia.

El Espíritu Santo a través de Pablo hace referencia a ella como: “...el misterio, que se ha mantenido oculto desde tiempos eternos” (Romanos 16:25); “el misterio escondido desde los siglos en Dios...” (Efesios 3:9).

¡Qué escondite! Me parecía que había una puerta en medio de Dios marcada “Alto Secreto”.

Cuando vi el siguiente pasaje, entendí dónde llevaba el misterio.

I Corintios 2:6,7
6 Sin embargo, hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; y sabiduría, no de este siglo, ni de los príncipes de este siglo, que perecen.
7 Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria.


El v.7 en la versión Traducción en Lenguaje Actual lo traduce así:

Ese mensaje habla de los planes que Dios tenía en secreto desde antes de crear el mundo, y que él quiso manifestarnos para que podamos compartir su gloria.

¿Cuándo ordenó este plan?

¡Desde antes de la creación del mundo!

¿Para qué propósito?

¡Para nuestra gloria! ¡Aleluya!


Veamos el v. 7 en la Biblia Amplificada.

Lo que nosotros enseñamos es una sabiduría de Dios que antes estaba escondida (del entendimiento humano) pero que ahora nos es revelada por Dios; (esa sabiduría) que Dios ha designado y anunciado antes de los tiempos para nuestra glorificación ( es decir, para elevarnos a la gloria de Su presencia).

¡Para elevarnos a la gloria de Su Presencia! ¡Aleluya!

Volvamos a la Reina Valera.

I Corintios 2:7, 8
 7 Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria,
8 la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor de gloria.


El Padre de la Gloria (Efesios 1:17), envió al Señor de la Gloria para elevar al hombre, que había sido coronado con la Gloria, pero había sido destituido de la Gloria, para que regrese a la Gloria de Su Presencia.
Ahora pueden entender por qué llamo la Biblia “La Historia de la Gloria.
Si Satanás hubiera visto el plan, nunca hubiera llevado al Cordero de Dios sin mancha al altar de la Cruz donde Su Sangre inocente fuese derramada para purificar al hombre para que pudiera, una vez más, estar de pie en la Presencia Gloriosa de Dios.
El punto crucial del misterio se declara de manera concisa en Colosenses 1:27:
Colosenses 1:26, 27
26 ...el misterio que había estado oculto desde los siglos y edades, pero que ahora ha sido manifestado a sus santos,
27 a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria.


¡Imagínense el desaliento de Satanás cuando el primer hombre nació de nuevo!

Cuando vio que el Ungido había tomado residencia dentro del hombre para llegar a ser su esperanza de gloria, puedo imaginar al diablo reemplazar su burla ¿”Qué-vas-a-hacer-ahora? Por un grito “¡Maldiciones! ¡Frustrado nuevamente!” y cayendo hacia atrás.

Desde la resurrección de Jesús, cuando una persona cree en su corazón que Jesús murió en la Cruz y que Dios lo levantó de los muertos, y lo confiesa con su boca, él es salvo. Él es nacido de lo alto. Es nacido nuevamente.

Con el nuevo nacimiento, el proceso de glorificación comienza y progresa de acuerdo al plan conforme aprendemos de la Palabra de Dios sobre Su gloria y nos entregamos al Espíritu Santo.

II Corintios 3:18
Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.

La Biblia Amplificada lo dice de una manera muy clara:


Porque todos nosotros, sin velo que impida ver, contemplamos (en la Palabra de Dios) como en un espejo la gloria del Señor, somos transfigurados constantemente a Su propia imagen y va cada vez en aumento de esplendor, de un grado de gloria a otro...

En las últimas horas antes de Su aparición para recibir a la iglesia, ésta cambiará en esplendor, que irá de aumento de un grado de gloria a otro hasta que sólo quede una piedra de gloria a añadir al Templo, que somos nosotros. Esa será el glorioso rapto de la iglesia gloriosa (Efesios 5:27).

¡Gloria! Somos salvos para la gloria.
La salvación no sólo se trata de lo que nos libramos – del diablo y el pecado.
La salvación nos habla del para qué – ¡para Dios y Su Gloria!

La iglesia es destinada a estar delante del rostro de Dios por siempre, en la Presencia de Su Gloria (Efesios 1:4; 3:21)

Estos son los últimos de los últimos días. La gloria de Dios ha de ser manifiesta en mayor grado en Su iglesia. Muy pronto caminaremos por las calles con nuestros rostros resplandecientes y los hombres y las mujeres se nos acercarán para aceptar el Señor Jesúcristo que ven en nosotros.

La Sangre de Jesús tiene todo que ver con aquello. Por es con Su Sangre que nos lava y nos cubre y nos permite estar de pie en Su Gloria.


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