BATALLAR CONTRA EL ENEMIGO
Batallar significa luchar,
venir en contra de algo para derribarlo.
Batallar no es quedarse
quieto. Batallar no es hacer nada. Batallar significa hacer algo.
Es muy cómodo quedarse
quieto y tranquilo en la casa pero así no se logra nada. El soldado
que va al frente tiene q salir de la comodidad de su casa e ir lejos
de todo lo que él ama y enfrentarse con el peligro constante.
Dios no quiere que sus
hijos se acomoden, muy tranquilos, escondidos en su casa. El nos
avisa que estamos en medio de una lucha y si queremos vivir mejor
tenemos que tomar las armas que El nos ha dado y así no solo
podramos hacer frente al enemigo sino que podramos tener la victoria
siempre.
Hay armas que son
espirituales – hay armas que no son tangibles y hay armas físicas.
LA LUCHA
I Pedro 5:8
¡Estén
alerta! Cuídense de su gran enemigo, el diablo, porque anda al
acecho como un león rugiente, buscando a quién devorar.
Efesios 6:12-18
NUESTRAS ARMAS
13 Por
lo tanto, ¡protéjanse con la armadura completa! Así, cuando llegue
el día malo, podrán resistir los ataques del enemigo y se
mantendrán firmes hasta el fin.14 ¡Manténganse alerta! Que la verdad y la justicia de Dios los vistan y protejan como una armadura.
15 Compartan la buena noticia de la paz; ¡estén siempre listos a anunciarla!
16 Que su confianza en Dios los proteja como un escudo, y apague las flechas encendidas que arroja el diablo.
17 Que la salvación los proteja como un casco, y que los defienda la palabra de Dios, que es la espada del Espíritu Santo.
18 No se olviden de orar. Y siempre que oren a Dios, dejen que los dirija el Espíritu Santo. Manténganse en estado de alerta, y no se den por vencidos. En sus oraciones, pidan siempre por todos los que forman parte del pueblo de Dios.
I Juan 1:5,6
Jesucristo nos enseñó que Dios es luz, y que donde Dios está no hay oscuridad. Éste es el mensaje que ahora les anunciamos.
Si decimos que somos amigos de Dios y, al mismo tiempo, vivimos pecando, entonces resultamos ser unos mentirosos que no obedecen a Dios.
Dios está en la luz y nosotros debemos movernos en la luz también. No podemos tener un pie en la luz y otro en las tinieblas.
El
pecado nos saca de la luz – abre una puerta para que el enemigo
tenga derecho de actuar sobre nosotros y así alejarnos de las cosas
de Dios.
Vivimos
seguros cuando sabemos que nuestra vida está completamente en la
luz, en la verdad. Esta es nuestra mejor armadura. Si estamos
en la verdad, el diablo no tiene por donde tocarnos.
Con
Dios es todo o nada....un poquito de las tinieblas en tu vida...solo
un poquito ya es suficiente para que el enemigo tenga una entrada en
tu vida y eso no te conviene. Las consecuencias nos son nada
agradables.
Tenemos
que andar en la luz.. y así todo nos irá bien.
Romanos
13:12 “Pongámonos las armas de la
luz.”
Traducción
En Lenguaje Actual
“Ya
casi llega el momento! Así que dejemos de pecar, porque pecar es
como vivir en la oscuridad. Hagamos el bien, que es como vivir en la
luz. Controlemos nuestros deseos de hacer lo malo, y comportémonos
correctamente, como si todo el tiempo anduviéramos a plena luz del
día. No vayamos a fiestas donde haya desórdenes, ni nos
emborrachemos, ni seamos vulgares, ni tengamos ninguna clase de
vicios. No busquemos pelea ni seamos celosos. Más bien, dejemos que
Jesucristo nos proteja.”
2.Compartir
el evangelio es un arma - te hace
fuerte. El diablo no soporta esto.
3.La
salvación – como un casco v.17 - te ayuda a apagar las flechas
encendidas que arroja el diablo. v.16
4.
La Palabra de Dios nos defiende y es
como una espada v.17 Jesús mismo venció al diablo con la Palabra
escrita.
5.
La oración – nos mantiene en
comunicación con Dios y todo Su fuerza espiritual.
6.
La sangre de Jesucristo – es un arma poderosísimo porque
por medio de ella Jesús ha pagado el precio de nuestra libertad y
nuestro acceso al reino espiritual y a Dios. La sangre de Jesús nos
hace libre de toda atadura del reino de las tinieblas. Todas esas
cosas en nuestra antigua manera de vivir q nos ataban a cometer
pecado y cosas q no agradan a Dios...quedan anuladas cuando pedimos
que la sangre de Jesús nos cubra.
El
diablo odia la sangre de Jesús porque es la señal de que él ha
perdido. El diablo no puede luchar contra la sangre de Jesús. Es lo
máximo y le pone un límite donde él no puede pasar.
Se
acuerdan cuando los israelitas se alistaban para salir de Egipto y
dejar de ser esclavos. Esa última noche en Egipto comieron una cena
especial y marcaron sus puertas con la sangre de un cordero. Esa
sangre impidió que la muerte tocara sus casas. Esto es un símbolo
de lo que Jesús ha hecho por nosotros. Nos ha librado de la muerte.
7.
La cena del Señor –
recordatorio de la victoria de Jesús. Recordamos el precio que pagó.
Recordamos al diablo que está vencido y recordamos el pacto que
tenemos con Dios – El promete ser Padre para nosotros y nosotros le
prometemos ser hijos obedientes.
8.
El ayuno –
Jesús dijo que algunas peticiones no pueden ser contestadas a menos
que vayan acompañado por el sacrificio del ayuno. El ayuno es una
manera de poner más fuerza a la oración y ponerle trabas al diablo
quien quiere poner obstáculos a las respuestas que nos lleguen.
9.
La alabanza
Salmo
145:21¡Que mis labios alaben al Señor! ¡Que todos bendigan su
santo nombre, ahora y siempre.
La
alabanza saca nuestros del problema y nos hace enfocar en el poderoso
Dios.
Lo
opuesto de alabar es quejarse o echar culpas. Cuando dejamos de
alabar es tan fácil culpar a Dios por todos nuestros problemas, y
hasta llegara a enfadarnos con Él.
Es
más fácil quejarnos que alabar a Dios.
La
alabanza es una de las armas más poderosas. La alabanza suelta en el
ambiente el señorío de Dios, su grandeza y majestad. Si hay algo
que el enemigo odia es justamente eso.
Aún si simplemente mencionas en
nombre de Jesús – si viene de un corazón que está lleno de
gratitud tiene gran poder.
10. El nombre de Jesús
Filipenses 2:9-11
Por lo tanto, Dios lo elevó al
lugar de máximo honor y le dio el nombre que está por encima de
todos los demás nombres para que, ante el nombre de Jesús, se doble
toda rodilla en el cielo y en la tierra y debajo de la tierra, y
todos confiesen que Jesucristo es el Señor para la gloria de
Dios Padre.
Esa autoridad que tiene
Jesús la tenemos nosotros. Dios nos da autoridad para lograr Su
voluntad cuando lo hacemos en el nombre de Su hijo, Jesús.
Oramos en el nombre de
Jesús.
BATALLAR CON ELEMENTOS FÍSICOS
La danzael grito
el shofar
el grito
las banderas
diezmar
alzar las manos
Dios usa estos elementos físicos cuando El quiere y cómo El quiere. Por eso es necesario estar en el Espíritu para hacer lo que Dios quiere y en el momento preciso para que la consecuencia tenga la unción de Dios y produce algo grande.
Lo que hacemos en la carne, es decir, por nuestra propia voluntad no produce nada, puede cuando viene por iniciativa de Dios, produce grandes cosas.
A veces Dios usa un elemento colectivamente – todos sentimos lo mismo – el grito.
Y a veces Dios lo impulsa como un eslabón de una cadena – una persona sentirá hacer algo, otra persona sentirá hacer algo diferente y otra, otra cosa.
En este caso, es muy importante ser obediente a lo que el Espíritu está impulsando. Por ej. la primera persona está batallando en la danza, el próximo siente el grito, otro siente hacer sonar el shofar, luego otro puede sentir levantar una bandera o aplaudir etc. Dios tiene una secuencia de elementos para llevarnos cada vez más alto en su presencia o gloria.
Pero qué sucede si uno de esos eslabones no se anima, es desobediente y no obedece lo que el Espíritu Santo le impulsa – ¡o, qué dirán! - ¡se reirán de mi! ¡quién soy yo! ¡yo no soy nadie para que Dios me hable!
¿Qué pasa si cortamos el eslabón?....exacto...todo se cortó. Puede q Dios le impulse a otra persona pero no obliga. La decisión está en nosotros de ser obedientes o no.
Somos un equipo y somos todos privilegiados de escuchar la voz de Dios. Dios nos ve todo como igual. La diferencia es q algunos tienen más responsabilidad que otros pero todos podemos ser usados por Dios y así ¡ El lo quiere.
Dios nos quiere usar como equipo así que proponte no ser el eslabón que corta la presencia de Dios. Déjate llevar por el Espíritu Santo y proponte escuchar Su voz.
Cuando todos sentimos lo mismo, veremos aún más grandes cosas de parte de Dios.
No hace falta saber para qué. Solo es necesario ser obediente.
“Dios
es capaz de cuidarnos para que no caigamos, y puede también hacernos
entrar a su presencia gloriosa con gran alegría y sin falta
alguna. Él es el único Dios y Salvador nuestro. A él sea la
gloria, la grandeza, el poder y la autoridad por Jesucristo nuestro
Señor, antes, ahora y siempre. Así sea.”
Etiquetas: armas, ayuno, batallar, cristiano, danza, equipo, Espíritu Santo, gritar, obediencia, oración, orar, salvación, shofar, soldado
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