ARTES CREATIVOS

Adorando a Dios con expresividad

 

lunes, mayo 03, 2010

EL LLAMADO






¡Se ha hecho el llamado!
¡Un llamado para que la esposa le adora ha salido del Trono de Dios!

Dios está levantando una esposa adoradora. Una esposa que no sólo le ofrece alabanza de labios sino que le da alabanza de corazón. Una esposa que desea perderse en su amor por Su presencia.

Esta adoración trae vida al cuerpo de Cristo. Restaura el gozo a Su pueblo. Restaura nuestra amor hacia el Padre. Trae liberación y libertad.

Las banderas, las cintas, los panderos etc. son cada uno de ellos, adornos físicos que simbolizan lo espiritual. Nuestro propósito al utilizarlos es ministrar al Señor. Se utilizan como instrumentos de alabanza, adoración, guerra espiritual e intercesión.

Muchas personas consideran estos instrumentos como una nueva manera de adoración pero en realidad sólo son nuevas para nosotros. Estas maneras de adorar a Dios se mencionan a través de todo el Antiguo Testamento y acaban de ser re-descubiertas. Dios está restaurándolas para su esposa.

Isaías 61:10 habla de la esposa adornándose de joyas. Estos son adornos para que la esposa utilice.

Estos instrumentos son solamente simbólicos pero nosotros podemos sostenerlos en nuestras manos y físicamente levantarlos para expresar nuestro amor y gratitud a Cristo, nuestro Salvador.

Cuando Jesús entró en Jerusalén, la gente levantó ramas de las palmeras para saludar a Jesús como expresión de su amor, de victoria y de libertad.

Hoy día flameamos nuestras banderas y agitamos nuestros panderos como expresión de nuestro amor, de victoria y de libertad. Estamos flameando nuestras “ramas” simbólicas para darle la bienvenida a nuestro Rey que regresa pronto.

Esto es adoración visual. No hacen falta las palabras para entender esta adoración. Son símbolos que trascienden los idiomas y las barreras raciales. Las personas de diferentes idiomas y trasfondos culturales entienden que estás alabando al Señor. El Espíritu Santo puede usar estas expresiones visuales para alcanzar y penetrar un corazón endurecido.

De la manera que formas más tradicionales de alabanza y adoración preparan el ambiente y tocan el corazón para recibir la Palabra de Dios, así también esta forma de adoración es ungida y logra lo mismo.

Esta adoración visual es una forma de comunicación. Usamos estos instrumentos de alabanza para proclamar quién es Dios para nosotros. Al utilizarlos y levantarlos se puede representar un nombre, un tipo de carácter o un atributo de Dios. Y no sólo nos estamos comunicando con Dios sino también a los que están a nuestro alrededor.

Se ha hecho el llamado. Ahora necesitamos preguntarnos - ¿aceptaremos el llamado o nos resistiremos? Resistir es no hacer nada. Es el camino fácil – y el camino utilizado por la mayoría.

Una y otra vez oramos y pedimos que Dios nos use pero no queremos obedecerle cuando El desea obrar a través de nosotros. Suspiramos y decimos: “O, Señor, no puedo hacer eso”. Dios conoce nuestros puntos fuertes y nuestras debilidades. También sabe lo que podemos llegar a hacer con la ayuda del Espíritu Santo. Recuerda, El no nos usará en cosas mayores si nunca le obedecemos en lo pequeño.

LA PRESENCIA DE DIOS






Nuestra alabanza y la adoración a Dios tiene dos propósitos.
 
Primero, es para glorificar a Dios y en segundo lugar para entrar en Su presencia.
 
¿Hay algo más maravilloso que entrar en la presencia de Dios? La definición de presencia es “estar a la vista o al alcance para llamar, estar en compañía de, asistencia personal”.
 
Quiere decir estar a Sus pies y adorar, estar abrumado con Su amor. Al fin y al cabo, fuimos creados para tener comunión con el Padre.

La palabra hebrea K’vod se traduce chabod o kabod y significa peso o pesado.“Gloria” es la definición que le damos generalmente a esa palabra pero también significa “honor, poder, dignidad, autoridad, esplendor y magnificencia”.
 
La raíz de la  palabra K’vod viene de una palabra que significa “ser pesado, ser glorioso, ser honorable”. Cuando oramos y alabamos al Señor pidiendo que Su Gloria y Su presencia more en nuestro medio, estamos pidiendo que Su presencia, Su magnificencia, Su esplendor, Su poder sea manifiesta entre nosotros.
 
En Exodo 29:43-45 Dios dice:

“Y me encontraré allí con los hijos de Israel, y el lugar será santificado por mi gloria. Santificaré la tienda de reunión y el altar; también santificaré a Aarón y a sus hijos para que me sirvan como sacerdotes. Y habitaré entre los hijos de Israel, y seré su Dios”.

    En estas Escrituras el Señor dice que Su tabernáculo será consagrado por Su gloria; que El mismo morará en ella y la santificará por Su presencia.

NOSOTROS hemos llegado a ser el tabernáculo – el templo de Dios. NOSOTROS somos Sus hijos e hijas y hemos asumido el oficio del sacerdote. NOSOTROS  somos la Esposa de Cristo. El desea morar en nosotros, en cada uno de nosotros; para santificarnos y consagrarnos por Su presencia.

Haz una pausa y medita sobre eso. ¿No te parece algo grandioso? Dios nos ama y nada le da más deleite que nosotros pasemos tiempo con El. Aprendamos a apartar tiempo y a pasar tiempo con El, nuestro amante Padre, y entrar en Su presencia. Al hacerlo nuestras vidas cambiarán para siempre.