¿QUE PUEDO APRENDER HOY?

1 de Enero
“¿No saben que en una carrera todos los corredores compiten, pero sólo uno obtiene el premio? Corran, pues, de tal modo que lo obtengan….Así que no corro como quien no tiene meta….
“…esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece….
“…despojémonos de cualquier cosa que nos reste agilidad o nos detenga, especialmente de esos pecados que con tanta facilidad se nos enredan en los pies y nos hacen caer, y corramos con persevancia la carrera que Dios nos ha permitido competir. Mantengamos fijos los ojos en JESUS.”
I Co.9:24,25; Fil.3:13,14; Heb.12:1,2
Conozco muy pocas personas en las cuales veo que hayan tomado la vida en Jesús como una carrera y que se esmeren por llegar primero. Estos tienen su mirada sólo en Jesús y así con la cabeza en alto son invencibles en cada situación por el poder de Su Señor. Pero la mayoría de los cristianos se contentan simplemente por estar en la carrera pero no les interesa ganar ningún premio y menos esforzarse para ser el primero. Su mirada no está por delante sino en ellos mismos y su vida es abrumada por sus problemas y situaciones.
¿Por qué Pablo habrá comparado la vida cristiana con una carrera? ¿Estás consciente de que hay un precio por ganar? ¿Donde estás tú en la carrera?
¿Podrás decir con Pablo que ….”olvidando el pasado y con la mirada fija en lo que está por delante, me esfuerzo hasta lo último por llegar a la meta y recibir el premio…”? (Fil.3:13,14. Versión Parafraseada)


La carrera en JESUS no es fácil.
“Para ganar en una competencia uno tiene que abstenerse de cualquier cosa que le impida estar en las mejores condiciones físicas. Sin embargo, un atleta se esfuerza por ganar una simple cinta azul o una copa de plata, mientras que nosotros nos esforzamos por obtener un premio que jamás desvanecerá. Por lo tanto, corro hacia la meta con un propósito en cada paso. Peleo para ganar, no como los que en la contienda juguetean. Como atleta, me golpeo el cuerpo, lo trato con rigor, para que aprenda a hacer lo que debe, no lo que quiere.” Fil.3:25-27 (V. Parafraseada)
Es difícil por que hay que vivir al revés….hacer lo que no me apetece, y no hacer lo que me atrae….ir en contra de la corriente y parecer un loco o estúpido.
El atleta se disciplina duramente…día tras día….largas horas y durante años para lograr ese premio tan deseado que ganará un día – pero luego ese día pasa. Nuestro premio es eterno y no tendrá fin… y demandará el mismo esfuerzo….No se permite desviar la mirada para no caer en trampas que nos demoren y nos saquen de la pista….¡pero no hay premio semejante!
Sacúdete de todo lo que te detiene y comprométete dar tu 100% a tu Señor desde hoy. El no merece menos. Tu vida es única y a El le hace falta.
“…pero una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome hacia la meta…” Fil.3:13